Artículo por James Tyberonn
Agosto
27 de 2011
Traducción: Jairo Rodriguez R.
Publica: fuente-divina.blogspot.com
Las Pirámides eran mi última
cita en Egipto. Extrañamente, fui en taxi a Gizeh con mi mente aún enfocada en
Karnac, pensando poco en las Pirámides que pronto vería por primera vez. Digo
extrañamente, porque durante años había soñado en esta inminente vista.
Cálido aire matutino soplaba por
las ventanas abiertas del taxi mientras nos abríamos camino por el Cairo. Me
ajusté las gafas de sol y cerré los ojos para evitar el polvo fino. Mis brazos
y mi cara perlados de sudor que se evaporaba casi tan rápidamente como se
formaba. Aún cuando me sentía húmedo, la sal seca en mi camisa caqui, era la
única evidencia de mi transpiración.
Cerrados los ojos, sentí la
energía de Karnac cuando pensé en los días que había acabado de pasar allí.
Afortunadamente Egipto había sido uno de esos lugares que me gustaron más de lo
que había esperado; y para ser claro, Yo sabía que me gustaría. Realmente me
gusta.
De mi botella plástica bebí
generosos sorbos de agua mineral aún fría, mientras avanzábamos difícilmente.
Sentí que el taxi desviaba por una vía de gravilla. Era la entrada. Abrí los
ojos y mi primera visión completa de las Pirámides dominó el panorama ante mí.
Yo estaba asombrado.
Abrí la puerta del taxi y puse
las suelas en la arena.
Yo estaba simplemente
hipnotizado, en total sobrecogimiento por las Pirámides frente a mí. Me senté
en un muro de concreto y las observé fijamente durante los 15 minutos
siguientes. Las emociones fluían a través de mí y supe que esto era aún más
importante de lo que me había imaginado. Derramé lágrimas secas.
Irónicamente, Yo había
subestimado el impacto que las Pirámides tendrían sobre mí, porque mis
expectativas eran nebulosas. El laberíntico túnel requerido para llegar al
centro energético de tan enorme vórtice 'cuadrangular', no era fácil de
negociar en ningún nivel.
Puesto en retrospectiva, el
viaje al interior de la Cámara del Rey examinó y tasó la Trinidad de mi ser en
un rito de purificación totalmente inesperado. Me forzó a superar cuerpo y
mente; y me recompensó espiritualmente por hacerlo.
El
Templo de Karnac y el Valle de los Reyes
Mi viaje a las pirámides de
Gizeh vino después de cuatro maravillosos días en Luxor en el Templo de Karnac
y las tumbas sagradas del Valle de los Reyes. En Karnac había pasado horas de
arrobamiento caminando por las inmensas ruinas, con filas y filas de enormes
columnas de mármol y docenas de esfinges en miniatura. Medité en tres muy
poderosas capillas sagradas, cada una denominada 'Sanctasanctórum'. Resoné
profundamente y sentí hormigueos con la descarga. Por todo Luxor, las energías
guardianes eran abundantes, algunas benévolas, algunas definitivamente no. ¡Ten
cuidado con el Valle de los Reyes... El rey Tut prefiere estar solo!
Yo sabía del Templo de Karnac.
El conjunto entero fue construído con geometría sagrada, cabalgando en la
omnisciente línea Ley del Nilo. Mamposteros precursores lo construyeron
esotéricamente con granito, cuarcita y mármol conductores. Los obeliscos como
antenas perforaban el firmamento con puntas fálicas; e irradiaban rocío
energético hacia el femenino lago sagrado en el terreno central; yin y yang
circulando en equilibrada perfección. El Sanctasanctórum resuena con un zumbido
contenido a lo largo de las riberas del Nilo serpentino.
Egipto
Inmediatamente me enamoré de
Egipto. Había un atractivo que me sorprendió placenteramente; y me sentí como
en casa. Me enamoré de las estrechas calles bordeadas de tiendas en el bazar,
con vendedores de vibrante fruta fresca, las aromáticas panaderías; y
bulliciosos comerciantes vestidos de túnica. Picantes volutas de tabaco
fructuoso flotaban desde las coloridas pipas de agua que se fumaban en los
cafés al aire libre.
Los mercados y bazares eran
fascinantes. Fragante café árabe de achicoria, aromático y espeso como aceite,
era servido de manchadas ollas de bronce en pequeñas tasas de cerámica. Los
amigables egipcios no pueden pasarla solos. Es una reunión de todo el día y la
noche, los bazares y los cafés de la calle son lugares llenos de rápida
conversación y celebración de la vida, de canto y percusión. Algunas veces hay
cientos de personas; otras veces hay miles. Las tardes de Viernes después de la
oración, el número llega a decenas de miles. Puedes mascar nueces asadas, o
almorzar con una variedad de alimentos al carbón, aceite de oliva y pan pita,
dátiles, aceitunas, dulces papas asadas; beber dulce té caliente, o comprar
alguna de los cientos de artesanías que valen la pena.
La tierra fértil, las aguas
vivas y las antiguas energías, todas están en equilibrio. Antiguos tiempos
gritan a través del tenue velo de dinastías muy pasadas, con dramáticas historias
envueltas en los ecos del viento del desierto. ¡Faraones esculpidos rigen desde
masivos tronos de piedra, como si hubieran visto la Medusa! La risa y los ojos
sonrientes estaban por todas partes. El País se alinea con la línea Ley; esa
sensación de equilibrio y bienestar.
Diario de Tyberonn:
El
Cairo
Mi vuelo desde Luxor duró
aproximadamente 1 hora. En el aeropuerto contraté a una guía Egipcia llamada
Nadia, para la Esfinge y las Pirámides... lo cual demostró haber sido prudente.
Resultó ser una estudiante graduada y madre, con un B.A. en Egiptología. En
camino a Gizeh, me habló de 'Las Fuentes de la Santa Madre', así que nos
detuvimos a ver un santuario dedicado a Santa María y al Niño Jesús en un
mágico jardín santo. La Sagrada Familia de la Cristiandad vivió allí por más de
un año mientras escapaba del asesino decreto del Rey Herodes. La leyenda proclama
que de una roca brotó una fuente; milagro que sació la sed de la Sagrada
Familia. La fuente viva aún fluye y ahora está amorosamente rodeada por el
parque-santuario en Heliópolis.
Después del breve desvío,
comenzamos el viaje de 40 minutos a través de la ciudad de Gizeh. Éste probó
ser una sorprendente excursión por sí mismo. Desafortunadamente, el carro no
tenía aire acondicionado. Yo podía soportar el calor, pero los gases de escape
eran muy nauseabundos. Me las arreglé para humedecer mi pañuelo y usarlo como
un filtro de aire improvisado, para diversión de Nadia. A pesar de todo,
funcionaba. La modesta tarifa para el recorrido guiado, incluyendo transporte,
era menos de US$50, lo cual es apenas ligeramente mayor de lo que habría
costado un taxi, de cualquier manera. Nadia irradiaba una maravillosa vibración
de salud; y me ayudó muchísimo a negociar la entrada, obteniendo la docena de
tiquetes requeridos, todo mientras detallaba intrincadamente la historia de
cada sitio de Gizeh... y los visité todos.
Gizeh
a la Vista
Mientras nuestro taxi abierto al
aire llegaba a la vista panorámica total de las pirámides, sentí un audible
sonido zumbante. La energía me sacudió; y literalmente sentí la electricidad de
las energías circulantes desde 1 km de distancia. El vello de mis brazos estaba
parado, una sensación que tendría muchas veces ese día.
La vista panorámica del conjunto
de Gizeh es, en una palabra, asombrosa. Es bello; y su título como una de las
Siete Maravillas del Mundo Antiguo es bien merecido. (De hecho es la única que
aún queda en pie).
Las pirámides no son oscurecidas
por un perímetro de chozas de barro y populacho. De hecho, algunas fotografías
tomadas desde una vista aérea específica, ofrecen una vista de las pirámides
poco atractiva, teniendo al frente un sector del Cairo hecho en piedra. Son
engañosas. Un espacio considerable separa la ciudad de las antigüedades.
Los terrenos de las Pirámides
son propiedad de la Nación, bien organizados y cuidadosamente arreglados. Las
pirámides están fuera del Cairo, apenas más allá de la curva oriental del Nilo,
en los extremos orientales del gran desierto del Sahara. Yo había visto el
Sahara del norte y del occidente en Argelia y en Túnez, con arenas doradas e
impresionantes dunas de 600 pies (183 m). Aquí su personalidad está más
subyugada. El desierto parece más una alta meseta de cieno granulado, de tinte
broncíneo, pero aún parece parte del desierto.
Realidades
de la Pirámide
La Gran Pirámide tiene 451 pies
(137,46 m) de altura. Su cima es un cuadrado, donde se dice que estaba la
cúspide de la pirámide hecha de obsidiana negra, de unos 30 pies (9,144 m) de
altura. (otros escritores metafísicos proclaman que la cima es plana adrede y
que sirvió de base para un disco energético, depositado ahora en una cámara
subterránea).
Durante más de 4000 años fue la
estructura más alta de la Tierra, para ser sobrepasada su altura solamente en
el siglo XIX por la Torre Eiffel. Una vez estuvo cubierta por una brillante
capa de piedra caliza pulida que suavizaba su superficie (cerca de la cúspide
aún puede verse parte del recubrimiento). La pendiente (ángulo de inclinación)
de las caras de la pirámide es de 51° 51'; y las caras están cuidadosamente
orientadas con brújula. La sección horizontal es cuadrada en cualquier nivel;
cada lado mide 229 m (751 pies) de longitud. Pasmosamente, el máximo error
entre las longitudes de los lados de la base es de menos del 0,1%. La geometría
sagrada Fi es aparente en su uniformidad. La estructura está compuesta
aproximadamente por 2 millones de bloques de piedra, cada uno con un peso de
más de dos toneladas, para un peso total de más de 6 millones de toneladas. El
área cubierta por la Gran Pirámide puede albergar a cinco estadios del tamaño
del Astrodome.
La entrada a la Pirámide está en
la cara norte. Varios corredores, galerías y chimeneas de ventilación conducen
a la Cámara del Rey o fueron hechos para otras funciones. La Cámara del Rey
está localizada en el corazón de la pirámide, accesible solamente por la Gran
Galería y un cómodo corredor ascendente. El sarcófago del Rey está hecho de
granito rojo, tal como las paredes interiores de la Cámara del Rey. Muy
impresionante es el dintel de piedra de la entrada, de filosas aristas, que
tiene más de 3 m (10 pies) de largo, 2,4 m (8 pies) de altura; y 1,3 m (4 pies)
de espesor. Todas las piedras del interior encajan entre sí tan bien, que no
cabría una tarjeta entre ellas.
El sarcófago está orientado de
acuerdo con las direcciones de la brújula y es escasamente 1 cm más pequeño que
la entrada de la cámara; así que pudo haber sido introducido mientras la
estructura estaba avanzando. De acuerdo con Galileo, en la Gran Pirámide se
puede encontrar una unidad de medida que está en correlación precisa con la
circunferencia del planeta. La edad de la Pirámide es un punto en disputa.
Algunas fuentes canalizadas proclaman que la Gran Pirámide fue construída hace
50.000 años; el psíquico Edgar Cayce la fecha en 10.500 A.C., mientras que la
creencia general apunta tanto a 2500 A.C. como a 4000 A.C.. Metatrón dice que
es verdaderamente intemporal. Haz tu elección.
El
Laberinto - La Prueba
Naturalmente, la primera
antigüedad que visité fue la Gran Pirámide. Mientras miraba su pura enormidad,
reconocí la importancia del momento. Luego comencé a trepar hacia la entrada.
Sorpresas reservadas - los auspiciosos pentaedros. Cándidamente esperé poder
caminar por la Cámara del Rey; e inicialmente la entrada acomodaba mi altura y
mi cintura, mientras caminaba por lo que parecía ser una alta bóveda con arcos
de 8 pies (2,44 m) de altura. Sin embargo, después de 150 pies (45 m), las
cosas se pusieron considerablemente más estrechas. Tuve que voltearme
agachándome ligeramente mientras el pulido corredor se convertía más en un
áspero túnel. Eventualmente llegué a una estrecha chimenea que tuve que trepar
por una escalera metálica de 6 pies (1,83 m) de altura.
Esto me llevó a otra cornisa con
los lados y techo bajos; y perdí mi sensación de comodidad. Sintiendo como
escalofríos, experimenté suaves olas de claustrofobia, lo cual es inusual para
mí. Pronto estas olas se convertirían en poderosos tsunamis de terror
claustrofóbico.
Ni la claustrofobia, ni este
nivel de temor-pánico están en mi constitución. Habiendo encarado los más
desafiantes 'escenarios terribles' en mi vida, yo había experimentado y
superado el difícil régimen de la escuela de candidatos a oficiales del curso
'Ranger' de la Armada Estadounidense, dos golpes de estado en África, rescatado
por la Legión Extranjera Francesa, mantenido prisionero en Angola, perseguido
por los hipopótamos en Gabón; y hecho excursiones en el Amazonas en Brasil.
Pero el pasaje hacia la Cámara del Rey me llenó de un temor y una
incomprensible sensación de claustrofobia, verdaderamente abrumadores.
Avancé; y entonces la claustrofobia
me puso en pánico. La cornisa conducía a una pequeña chimenea rectangular que
subía con gran pendiente. Tuve que arrodillarme para mirar hacia arriba. Miré
fijamente por la apertura y vi que solamente tenía unos pocos pies de alto y
ancho, en una longitud que parecía la de un campo de fútbol... interminable.
"Seguramente éste no es el camino", pensé. Todos los cuatro lados
estaban pulidos y ranurados, nunca destinados al paso humano. Estaba
sorprendido porque esta minúscula arteria fuera el camino hacia la famosa
Cámara del Rey... y repentinamente me llené de dudas... y temor.
Me encogí en un ángulo como para
tener calambres, hice una inhalación de aire estancado... y entré. Me arrastré
hacia arriba unos pocos metros. Estaba caliente; y yo estaba transpirando
copiosamente mientras caminaba como un cangrejo hacia adelante y hacia arriba,
pegándome frecuentemente en la cabeza en el techo a 4 pies (1,22 m) de altura.
Y entonces me encontré con un fornido guardia de seguridad deslizándose
rápidamente hacia mí por la tenuemente iluminada chimenea. ¡Oh no! ¡Doble vía!
Yo lo retardé un poco, por decir lo menos. De alguna manera, pasamos el uno
junto al otro en un estrujante proceso de tronco y extremidades retorcidos,
demasiado físico para mi gusto. Después de haber avanzado alrededor de una
cuarta parte del túnel, repentinamente me sentí bastante desorientado y débil.
La claustrofobia me superó
totalmente. Y quiero decir que me superó realmente; fue cuando la ola se
convirtió en un tsunami. No podía continuar. Me sentí congelado de miedo; y
sentí que la pirámide iba a colapsar sobre mí. ¡Tenía que salir de allí!
Mareado y con náuseas, acudí a toda mi fortaleza para dar la vuelta y reptar
hacia el punto de partida. Me erguí e inhale ansiosamente. Permanecía
débilmente en la cornisa y bebí el agua que me quedaba.
Con 2 m de estatura y 270
libras, yo estaba luchando realmente... y no tenía certeza sobre si podría
subir por la pequeña chimenea hacia la Cámara del Rey. Me sentí enfermo y con
pánico. Lo que estaba ante mí era encajar mi corpulencia en un pequeño espacio,
para una laboriosa y contorsionada escalada de aproximadamente 100 m, donde
estaría doblado en dos. Yo no podría hacerlo; y seriamente encaraba un
acertijo. Consideré desistir.
Ángeles
y Diosas
Mientras estaba considerando mis
opciones, 4 enérgicas damas alemanas cincuentonas surgieron por la escalera.
¡Diosas todas! Dediqué toda mi energía para moverme y permitirles pasar. La
primera me preguntó en Inglés si estaba bien y me dio una botella de agua
mineral fresca. Abochornado, le conté que había intentado subir y me había dado
claustrofobia; y que no sabía si podría subir por la chimenea. Ella sonrió, me
puso la mano en el hombro y me aseguró que podría. Después de unos pocos
momentos, ella me urgió a subir. Me dijo que valdría la pena.
"Ésta puede ser tu única
oportunidad", dijo ella con un seco pero comprensivo acento alemán.
"¿No has hecho un largo camino para ver esta cámara?"
Yo estaba tocado. Ella hizo una
pausa, me palmeó el hombro y me indicó que la siguiera. De alguna manera ella
me transfirió una valerosa fortaleza que era enormemente necesaria. Con apoyo,
convoqué mi voluntad, hallé mi determinación y la seguí. La subida de cangrejo
era dura. Me retardó considerablemente la negociación del limitado espacio para
permitir pasar a los visitantes que descendían por la chimenea. Me enfoqué en
la tarea, contando por decenas mis avances de cangrejo, para bloquear los
pensamientos de quedar atrapado adentro. Desfallecía y me faltaba la respiración,
pero perseveré.
Oré y seguí detrás de mis nuevas
amigas. Finalmente, llegamos al final del túnel. Desencogí mi doblada osamenta
en el corredor de ascensión hacia la más espaciosa Gran Galería. Cuando me paré
e hice inventario, mis piernas temblaban con espasmos incontrolables.
Tenía otra larga caminata hacia
arriba, pero este corredor tenía amplio espacio para la cabeza. ¡Grande sin
duda! Este corredor tenía pasamanos y escalones por varios cientos de pies. En
la parte de arriba había otro túnel de tres por cuatro, pero afortunadamente
sólo eran 15 m. Se tendía horizontalmente hacia mi destino, la Cámara del Rey,
hacia la cual repté.
Estaba empapado, exhausto tanto
física como espiritualmente, después de que la excursión por el túnel me había
purgado como una cabaña del sudor (inipi, temazcal). Fui tambaleando a un
rincón desocupado y me desplomé detrás del célebre sarcófago. Mi ataque de
ansiedad había disminuído pero aún estaba presente. Crucé las piernas y me
apoyé en la pared de granito de Borgoña. Se sentía fresca y cómoda. Desenvolví
2 cristales especiales que saqué de mi cinturón, hice varias profundas
respiraciones; y comencé a meditar.
La
Cámara del Rey: Tonificante Activación
Mi cabeza comenzó a aclararse.
En la tenue luz amarilla, vi el vibrante grupo de damas alemanas sentadas
alrededor del sarcófago en la posición del loto. En el momento preciso, una de
ellas comenzó a cantar con voz angelical. Un dorado tono melodioso del poderoso
OM impregnó la cámara. ¡Qué increíble acústica! Las otras damas se unieron en
perfecta armonía, con voces de calibre profesional. Inmediatamente, los tonos
sagrados activaron una respuesta energética de la Pirámide misma. Recibí la
respuesta energética a través de mi chakra corona como una sacudida eléctrica.
Mi energía surgió, mientras la frecuencia del recinto cambiaba dramáticamente.
Alguna 'presencia piramidal'
estaba reaccionando claramente ante el sagrado OM. Supe que los siete u ocho
turistas que estaban en el perímetro de la cámara también sintieron la
dramática aceleración de la energía que ocurrió con el canto. Casi
instantáneamente, se fueron todos excepto dos jóvenes buscadores, ambos
varones, que se sentaron contra la pared. Incluso el guardia de turno se fue.
Durante los siguientes 20
minutos experimenté una vibración de energía pura. Sorprendentemente, nadie más
entró durante ese período de canto; cuando usualmente está ocupado por una
constante corriente de visitantes. Yo fui consciente de cierto equilibrio
yin-yang entre las energías femeninas y masculinas que circundaban al
sarcófago.
Mis sentidos estaban abovedados
hacia un área de Luz. No entré inmediatamente en visión sino más bien en un
área de pura energía, de brillante Luz y bienestar. No tenía pensamientos, no
hacía plegarias, yo simplemente ERA. Me convertí en una parte de una unidad
receptora de siete partes que conducía y transmitía un flujo de energía
increíblemente pura. Mi vibración se elevó a alegría pura mientras todos los
siete que estábamos en ese recinto nos fundimos sin hablar.
El canto detonó una enorme
frecuencia para todos nosotros. Me sentí bendecido por estar en este grupo. Yo
solo, no habría sabido del detonador acústico, pero inequívocamente habría
sentido la 'ráfaga transmutadora' que se presentó como reacción cuando fueron
entonadas notas específicas del OM.
Los sonidos abrieron la cámara.
Y luego entré en un estado intemporal, que parecía ser mucho más grande que el
espacio de tiempo lineal físico donde ocurría. Yo experimenté una visión única,
que con toda probabilidad todas las personas experimentaron en la cámara dentro
de su propio contexto personal.
Mi
Visión en la Cámara del Rey
La líder del grupo puso a las
damas alemanas de pie alrededor del sarcófago, mientras ella se tendía adentro.
Después de unos pocos minutos, ella salió y entró otra. Yo entendía que el
sarcófago era el centro energético de la cámara de la pirámide, el punto en el
cual los tres ejes estelares convergen.
Me uní a ellas. Cuando llegó mi
turno, me tendí de espaldas con las rodillas encogidas para poder caber. Tenía
un cristal en cada mano y los dirigía para absorber la energía. Mientras Yo
oraba profundamente, un río de luz corría a través de mí. Permanecí dentro del
sarcófago por unos breves, pero eternos momentos...
En este punto un coro de luces
azul cobalto parecían circundar el cielo raso. La cámara se abrió y ya no
parecía cerrada, sino un enorme y vasto espacio iluminado con Luz
extremadamente brillante. En algún nivel era consciente de ya no estar
verdaderamente en la cámara; y estaba totalmente inconsciente de los otros en
el recinto.
Experimenté una visión de
mosaicos geométricos a lo largo del perímetro de lo que parecía ser un enorme
embudo energético vortical. Me sentí empoderado y exuberante, pero también
sentí gran humildad y gratitud. No puedo recordar específicamente ningún otro
detalle de los que tuvieron lugar en el momento de mi experiencia, diferente de
una consciencia de que algo muy especial estaba teniendo lugar. Pero como un
inserto interesante, durante los años pasados tuve varios sueños de ese tiempo
en el sarcófago que fueron mucho más detallados; y parecían estar sucediendo en
un muy claro 'Tiempo-AHORA' dentro del vívido contexto de los sueños lúcidos.
Y luego había pasado... y todos
nosotros parecíamos saberlo. El canto se detuvo; y entonces nuevos visitantes,
muy habladores, comenzaron a llegar arrastrándose a la cámara; y el guardia
volvió. Todo retorno a lo 'normal', excepto que mi miedo fue reemplazado por
una confiada fortaleza y una sensación de vitalidad y bienestar.
Me sorprendió ver que mi reloj
de pulsera mostraba que solamente habían pasado 20 minutos desde que yo había
entrado en la cámara. Me pareció muchísimo más tiempo.
Las diosas alemanas me abrazaron
y luego dijeron adiós. Habíamos compartido una magnífica experiencia; y yo
estaba muy agradecido con ese grupo especial, aún cuando nunca supe sus
nombres. De no haber llegado cuando lo hicieron, yo no sé si hubiera culminado
la entrada.
En absoluta fortaleza y
totalmente vacío de cualquier ansiedad, me senté de nuevo contra la pared de la
Cámara del Rey aproximadamente durante otra hora y saboreé la energía.
La siguiente fue la Cámara de la
Reina.
La
Cámara de la Reina
La senda descendente tenía más
contorsionadas caminatas arrastrándose, pero mi energía estaba en lo máximo; y
llegué sin dificultad. La cámara de la Reina, también, tenía cielo raso
abovedado, pero una resonancia dramáticamente diferente. Me sentí muy cómodo e
instintivamente comencé un canto tibetano para barítono. Experimenté un estado
en el cual vi chispas de luz y patrones geométricos, como opuesto a un solo
flujo brillante de Luz pura. La energía era oscilante; y supe que éste era el
flujo descendente de esa magnífica corriente, dentro de un recargante bolsillo
de energía femenina equilibrante.
Rejuvenecimiento
En medio de esta energía, tuve
una sensación física de flotar. La corriente energética se sentía más densa,
casi húmeda. Oscilaba en un flujo explosivo, orgásmico, de energía blanca
azulada; y mi cuerpo se sentía vigorizado. De hecho, repentinamente me hice
consciente de la sensación de crepitante agitación física, aún cuando mi mente
estaba en un estado desapegado, sin pensamientos, de nirvana casi perfecto.
Todos los chacras, todos los receptáculos energéticos, estaban siendo
totalmente recargados. Yo estaba en un lugar más allá de mi cuerpo,
observándolo todo, pasando por increíble y gozoso rejuvenecimiento en todos los
niveles. Espiritualmente fue extáticamente orgásmico.
Difícilmente recuerdo el
recorrido de salida. Mis piernas temblaban un poquito, pero mi energía había
resurgido. No había temor al espacio confinado, solamente la tranquilidad y la
serenidad que llegan con la limpieza y la profunda renovación.
Renacimiento
Finalmente llegué al camino de
entrada e irrumpí en el mundo, como saliendo del útero, renaciendo al día y al
sol radiante. Y literalmente fui 'cegado por la luz'. Me senté solo en un
aislado y agrietado bloque de la entrada a la pirámide, durante una breve
eternidad mientras mi mente remolineaba en un estado aún alterado. Me sentí
conmovido hasta las lágrimas. Había sucedido muchísimo más de lo que yo había
esperado.
No había estado mentalmente
preparado; lloré profundamente mientras liberaba una vida de olvidado dolor. El
dique se rompió y las aguas fluyeron claras. Regresé a la Tierra y caminé hacia
la entrada.
Nadia parecía no haber notado
nunca mi estado emocional. Quizá ayudaron las gafas. Agotado, sentí la
serenidad que viene después de una profunda limpieza. ¡Dios mío, qué lugar!
Flujos
de Energía Infinita
Se ha escrito tanto sobre las
Grandes Pirámides, la energía piramidal, su propósito y origen, etc., que soy
renuente a escribir algo diferente de mis propias impresiones de la
experiencia, matizadas con la disculpa de que me considero un estudiante del
Espíritu, con mucho más que aprender. Soy humilde y me siento bendecido; y
siempre estoy consciente de que mi comprensión y mis impresiones, son un
trabajo en curso dinámico y siempre cambiante. He viajado decenas de miles de
millas por el mundo en los pasados 25 años, usualmente solo. La vida ha sido mi
más grande profesora; y la Tierra Viviente, tanto mi aula de clases como mi
recompensa.
Tradujo:
Jairo Rodríguez R.
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