Seguidores

martes, 26 de abril de 2011

¿Cuándo Hace Daño la Sanación al Sanador?

Saint Germain canalizado por Alexandra Mahlimay Lima y Dan Bennack
Abril 17 de 2011, Cluj-Napoca, Rumania


Recibido de: Jairo Rodriguez R.
Publica: fuente-divina.blogspot.com

Esta canalización es parte de una lectura con propósito álmico con Saint Germain. Ha sido editada y re-impresa aquí con el consentimiento de nuestro cliente.

"Querido Saint Germain: Soy bendecido con una práctica del cuidado de la salud que incluye reflexología y otras técnicas de equilibrio energético. Soy más feliz cuando estoy ayudando a otros a que se sientan mejor. Pero soy especialmente vulnerable cuando quiera que mis clientes reportan que no hay mejoría. En estas ocasiones cuestiono mi calidad profesional y me siento socialmente incómodo. ¿Realmente estoy haciendo suficiente como sanador o debo tratar de incorporar nuevos métodos en mi práctica?"
Mi buen amigo. Una de las cosas que es parte de tu propósito Álmico en esta vida es superar la auto-duda y la inseguridad. Eres estimulado a esto para que puedas desarrollar la confianza necesaria para alcanzar tus metas profesionales. Construír una práctica del cuidado de la salud y una base de clientes, es un proceso que requiere paciencia, conocimiento y habilidades. Pero también implica importantes cambios internos en la manera como sientes respecto a ti mismo. Simplemente añadir nuevas técnicas no abordará esto.

Equilibrando el Intelecto y la Intuición
El desafío que estás encarando ahora, es que tu cabeza y tu corazón - tu intelecto y tu intuición - no se están comunicando siempre de manera que se apoyen mutuamente para tu mejor interés. Aquí está lo que quiero decir:
Es claro que te entusiasman las artes de Sanación; y que tu anhelo de ser exitoso atrae fácilmente la atención de tu corazón. Cuando esto sucede, las propiedades intuitivas y magnéticas de tu corazón van a trabajar, creando potenciales y oportunidades para que te involucres. Esto te excita, por supuesto, porque quieres hacer lo que amas. Pero de esto también pueden surgir dificultades.
Como ves, si tratas de hacer a la vez todo aquello que llama la atención de tu corazón, entonces puedes ser incapaz de llevar cosa alguna a feliz término.
Es precisamente en este momento cuando tu corazón intuitivo podría usar el apoyo de tu cabeza intelectual para evaluar la parte práctica de tus metas. ¿Pero qué hace en cambio?
En lugar de ayudarte, tu intelecto - bajo la influencia del ego - llena tu mente con preocupaciones sobre qué 'deberías' estar haciendo para ser un mejor practicante. Lo que deberías estar haciendo si solamente fueras un mejor practicante.
Te dice que si fueras verdaderamente competente, entonces deberías estar haciendo esto, eso o aquello. Pero nunca te deja permanecer seguro de la fortaleza de tus habilidades. Solamente llena tu mente con dudas.
Entonces, la mente - con el respaldo del ego - comienza generar tanta preocupación que comienza a afectar tu confianza. En lugar de ayudarte a manifestar tus metas y sueños de manera práctica, llena tu cabeza de dudas sugiriendo que no eres suficientemente bueno para ser un sanador confiable.
Cuando esta incomunicación entre tu cabeza y tu corazón gira fuera de control, te conduce a la confusión. Te encuentras pensando una cosa y sintiendo otra; así que al final, realmente ya no estás seguro de lo que quieres ni de lo que necesitas hacer al respecto.
¿Puedes ver cómo esta división entre tu cabeza y tu corazón te está haciendo daño como sanador? Te está conduciendo a tomar decisiones impulsivas sobre tu profesión, por una parte; mientras que por la otra, está creando obsesivas lamentaciones sobre tus imaginarias limitaciones.

Lidiando con las Críticas y los Reclamos
Tu empatía como sanador puede hacer difícil para ti manejar al ocasional cliente crítico, o a quien se queja por el tratamiento que ha recibido de ti.
Naturalmente, si te sientes inferior respecto a tus aptitudes o conocimientos básicos, entonces esto te puede obligar a aprender más técnicas o a dominar detalles adicionales. Ciertamente no hay nada malo en mantener un estándar de excelencia que sientas bueno para ti; y mayor entrenamiento puede ser parte de esto. Si éste es el caso, entonces de todas maneras debes continuar.
Pero si te estás lanzando a mayor entrenamiento para compensar sentimientos de inseguridad, o para hacer frente a las críticas y a la frustración de otros, entonces probablemente no te funcionará.
Ciertamente debes escuchar a tus clientes con empatía. Ya sabes que ésta es una parte importante de tu conjunto de habilidades; y que es integral con el proceso de Sanación. Pero no te preocupes tanto sobre lo que piensen tus clientes de tus habilidades. Éste es tu dominio; y tú estás a la cabeza de él. Recuerda que no hay nada malo en la manera como haces el trabajo de Sanación; y que no necesitas aprender nada más, a menos que halles verdadera alegría al hacerlo.
También, recuerda no confundirte con las señales o los signos de no mejoría en tus pacientes. La persistencia de los síntomas no necesariamente significa la ausencia de Sanación de tu parte. Las personas deben elegir sanarse en el núcleo de su Ser, antes de que esto pueda ser facilitado por un sanador. Incluso Yeshua enseñó esto en su atención de los enfermos. No hay otra manera.
También recuerda que sanar no tiene que ver con complacer a otros. Se trata de tener confianza en tus habilidades; y entonces confiar en que tu cabeza y tu corazón revelarán el papel más apropiado para ti; y el proceso más apropiado para ellos.

Sanando el Diálogo Interno
Mi amigo, se te pide tener más fe en tus habilidades intuitivas y disminuír tus sentimientos de inseguridad. Se te apremia a permanecer claro y confiado en tu conocimiento, en lugar de caer en las dudas sobre éste.
No debes socavar tu efectividad alimentando tus dudas e inseguridades con críticas innecesarias. Realmente todo lo que se te pide es mantener una alta disposición de consciencia de tu integridad como sanador; y luego mantener tu compromiso personal con el conocimiento y las habilidades que tu profesión requiere.
Cuanto más afirmes esto, encontrarás que más eres así. Sólo necesitas darles valor a tu corazón y a tu cabeza para comunicarse sobre esto regularmente. Aún cuando esto pueda parecer ridículo, te puedes imaginar incluso que ellos están haciendo esto muy como una pareja cariñosa podría hacerlo. Imagínate que se están enviando mensajes complementarios entre sí; algo así:
Querida Cabeza. Soy tu Corazón hablándote. Te amo tiernamente; y estoy aquí para decirte que estoy completamente en contacto con mi guía intuitiva. Esto significa que yo sé exactamente cómo dirigir nuestras energías sanadoras para el beneficio de nuestros clientes. Por favor confía en que acudiré a ti en todas las ocasiones; y en que tengo completa confianza en tus aptitudes y habilidades. Tu amigo, el Corazón.
Querido Corazón, gracias por tu estímulo. Yo también tengo fe en tu sabiduría; y reconozco que nuestros talentos combinados ofrecen la mejor posibilidad de éxito. Por favor sabe que te apoyo en nuestro trabajo juntos; y que estoy comprometida con nuestra pasión por sanar. Tu amiga, la Cabeza.
El hecho de que amas lo que haces; y de que lo haces bien, debe ser suficiente. Confía en esto; y luego actúa con confianza en esta noble profesión que has elegido.
Eres profundamente amado, mi amigo.
YO SOY Saint Germain.

Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario