Melquisedec canalizado por Marlene Swetlishoff
Amados:
El tiempo que ahora está ante vosotros puede ser un tiempo de manifestación de todo lo bueno que habéis deseado siempre, o puede ser un tiempo de pruebas. Manteniendo tus pensamientos en aquello que deseas y enfocando tu atención e intención en ello, lo traerás a ti. Tu fe en todas las cosas buenas pasará por períodos en los cuales puedes ver ante ti todo lo que no es bueno. Porque cuando hay lo uno también está lo otro; y cada situación difícil y desafiante significa precisamente que se está abriendo una maravillosa puerta de oportunidad.
Éste es un tiempo en el cual la confianza y la nutrición del Yo es de primordial importancia; y seguir tus impulsos intuitivos traerá muchas bendiciones inesperadas y deliciosas. Siguiendo tu corazón en lugar de tu lógica, serás llevado a lugares de gran potencial que nunca antes creíste posibles. Cuando estés deseoso de dejar ir los previos estándares o creencias; y rendirte ante lo que está o parece estar sucediendo frente a ti, como consecuencia ganarás enormemente en términos de comprensión y discernimiento espirituales.
Rendirte implica un profundo abandono de todo lo que has cargado por demasiado tiempo. Es un abandono completo de todos los temores y dudas que surgen de tu profundo interior; y estar dispuesto a encararlos dejando aquello que antes parecía imposible dejar. Cuando tus apegos a las cosas, a las personas y a las situaciones se extinguen, la vida se colma de un flujo de amorosas y benévolas sincronías que llegan a ti sin esfuerzo ni estrés. Aprender a vivir cada día de esta manera permite a tu Espíritu innato comenzar a introducir en tu existencia diaria todos tus bienes y bendiciones más altos. Todo aquello ante lo cual una vez resistías comienza a cambiar hacia los más grandes milagros y bendiciones que has conocido jamás.
Permitir que el Espíritu guíe tu camino y estar dispuesto rendirte afirmando: 'No mi voluntad, Dios, sino la tuya sea hecha en y a través de mí' puede sonar simple y lo es, pero el principio tras esta práctica es que permite que una mayor fuerza y una mayor Luz trabajen ahora en y a través de ti, sin resistirte al bien que el Espíritu desea para ti. Cada uno de vosotros es muy merecedor de experimentar la vida como gozosa, gratificante y próspera; y esto requiere una voluntad de dejar ir y admitir a Dios. Busca las señales de que el Espíritu está trabajando contigo; siempre hay señales. Serás impulsado a ir a alguna parte en un cierto momento, o habrá una repetición de ciertas palabras por parte de diferentes personas sucesivamente, o quizá estés en la Internet y repentinamente te encuentres en un sitio web donde encuentras las respuestas que has estado buscando.
Trabaja con estas benévolas y amorosas energías, porque ello te dirigirá gentil y graciosamente hacia tu mayor y más alto bien. Todo lo que es bueno en tu vida prosperará y crecerá; y todo aquello que te lo ha impedido se extinguirá como si nunca hubiera existido. La fe y la confianza requieren la creencia de que el Creador desea darte todas las riquezas del Reino del Creador y que experimentar alegría, felicidad y plenitud, es tu Divino derecho de nacimiento. Creed, Amados, en la bondad de una vida bien vivida, con honor y la más alta integridad, porque al hacerlo así, se manifestará.
Os recordamos de nuevo que vuestros pensamientos son poderosos; y que cultivando cuidadosamente emociones positivas cuando pensáis sobre lo que deseáis como el más benévolo y mejor resultado que podríais imaginar jamás, comenzaréis a experimentar su cumplimiento. Mira tus patrones de pensamiento repetitivo; y trata de discernir y registrar cuándo suceden; y comenzarás a ver que emerge un patrón. Conviértete en el perceptivo observador de todos los aspectos de tu vida y practica la paciencia; y aprenderás mucho sobre ti mismo y eso te traerá empoderamiento.
En las próximas semanas, sed muy buenos con vosotros mismos y con todos vuestros seres queridos. Practicad la Regla de Oro hasta cuando sea vuestra segunda naturaleza, porque es Ley Universal que lo que dais, a vuestra vez lo recibiréis. Por encima de todo, nunca te des por vencido ni permitas que el desánimo te conduzca a una espiral descendente, porque debes recordar que permitirte un período de contemplación o incluso un sueño largo y bueno, te traerá una perspectiva diferente y usualmente más elevada. Pide a los Ángeles y a tus Guías darte los discernimientos que necesitas; e incluso pídeles elevar tu Espíritu cuando te sientas cansado o agotado. La ayuda está a todo tu alrededor ahora; y cada petición es atendida con el mayor entusiasmo.
YO SOY Melquisedec.
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
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