Saint Germain canalizado por Alexandra Mahlimay y Dan Bennack
Mayo 26 de 2011. Cluj-Napoca, Rumania
La siguiente canalización es parte de una lectura personal con Saint Germain. Se publica con permiso de nuestro cliente.
"Querido Saint Germain, a menudo soy confrontado por mis acciones impulsivas. Aquí está el problema. En lugar de crear mayor seguridad para mí, creo más problemas y limitaciones. Yo pensaba que actuar osadamente era el camino hacia el éxito. Pero no me está funcionando. ¿Qué estoy haciendo mal?"
Mi amigo, por medio de muchas pruebas y tribulaciones, estás aprendiendo a hacer las cosas paso a paso. Por causa de las restricciones que te han sido impuestas; y de los desafíos que has experimentado, estás aprendiendo a dejar de andar a la cacería de todo lo que te preocupa; y a ejercer mayor calma y mesura en tus acciones. Desde la perspectiva de tu Divinidad, ésta ha sido una cosa muy "buena" para ti, sin importar cuán mal haga sentir eso al humano algunas veces.
Mi amigo, cuando experimentas períodos de restricción, ya sea emocional, física, intelectual o financiera, realmente eres forzado a quedarte tranquilo, a estar quieto... y escuchar.
Aprender a poner atención tranquilamente es una parte tan importante para obtener guía de tu Alma, que merece mayor enfoque en tu vida. Quizá una analogía sirva para ilustrar este punto.
Imagina que estás en una gran sala de conciertos; y que has venido para escuchar al mejor violinista del mundo tocar tu pieza musical favorita. Esta composición siempre te ha inspirado; y el virtuoso intérprete en el escenario puede lograrlo, como nadie más. Qué regalo y qué privilegio es estar aquí esta noche. Todo lo que se te exige es que te sientes tranquilamente, que cierres los ojos, que abras tu corazón y escuches los exquisitos sonidos que saturan el aire.
Ahora imagínate que en lugar de apreciar la importancia de la atención silenciosa en este momento, todos en la sala de conciertos están haciendo ruido. Están hablando con sus vecinos; por sus teléfonos móviles; están mascando chicle, tosiendo ruidosamente, estornudando y haciendo todo lo que hace imposible oír la interpretación en escena.
Tu momento de inspiración ha sido arruinado.
¿Cuál es el punto en este pequeño ejemplo? Simplemente éste:
Escuchar el sonido de tu Alma es como escuchar la música de un consumado violinista en una sala de conciertos. Sólo porque el violinista esté tocando, ello no significa que automáticamente escucharás la música. Si quieres oír algo, antes que todo el ambiente en la sala de conciertos debe ser tranquilo. En segundo lugar, debes poner atención. Sí, debes poner atención.
En la quietud de tu ser, puedes oír el dulce sonido de inspiración que tu Alma te envía todo el tiempo. Pero si tu mente está llena de preocupaciones; y tu vida superpoblada de dramas, para tu corazón será difícil percibir la música.
En la Quietud nace la Acción Correcta
Es especialmente importante llegar a un lugar de quietud antes de actuar en cualquier cosa importante en tu vida. Todos vosotros habéis tenido experiencias de tomar decisiones impulsivas; y llevar a cabo acciones que después habéis lamentado. Pero vuestro arrepentimiento no proviene de los inesperados resultados de vuestras acciones. Provienen de un reconocimiento interno de que no escuchaste la Guía Una , tu Alma, que todo el tiempo te estuvo dando sabios y compasivos consejos.
Recuerda siempre escuchar la voz de tu Divinidad. Está allí para ayudarte. Cuando vacías la mente de preocupaciones y ansiedades; y abandonas la necesidad de dramas en tu vida, solamente das cabida para que se oiga un sonido auténtico: ése es el sonido de tu Alma.
Cuando tu Alma te habla, lo hace muy perceptiblemente. Es claro como el cristal. Puede ser un sentimiento; pueden ser palabras; puede ser la sincronía de un encuentro con un amigo. Pero cuando sucede, no solamente eres capaz de escuchar, también eres capaz de entender las Energías Divinas que te están siendo transmitidas. Penetran en ti; y te encontrarás actuando según estas palabras de una manera que es inherentemente correcta para ti.
La acción que lleves a cabo, será acción impulsada por pensamiento claro y sentimiento gozoso. No estará sujeta a tus preocupaciones y confusiones, tus emociones fluctuantes, ni al impredecible drama de tu vida. En tus momentos de tranquila quietud, descubrirás la atención enfocada hacia el interior que necesitas para oír la Inspiración de tu Alma. Y ésta es la que impulsará tus acciones en una dirección que se siente correcta para ti.
Cuando tus acciones son impulsadas por pensamientos claros y sentimientos gozosos, también encontrarás que logras todo con mayor facilidad; y con una fluidez que de otra manera no tendrías la posibilidad de lograr. Los pensamientos confusos y las emociones fluctuantes solamente perturban al corazón; y hacen que el logro de cualquier tarea o actividad con propósito, parezca lento y arduo.
Admite tus Sagrados Momentos de Quietud
Así que, repito, reconoce por favor que tus experiencias de restricción te han ayudado a apreciar esta cosa maravillosa llamada quietud interna.
Es en esta quietud tranquila, atenta, donde encuentras tus más grandes inspiraciones. Es en esta quietud donde encontrarás la energía para iniciar cualquier tipo de acción; y para emprender las cosas que quieres lograr en tu vida. Y es en esta quietud donde encontrarás todas las herramientas y la asistencia que necesitas para ser sostenido y sustentado en el mundo que te rodea.
En resumidas cuentas, si te permites tener estos sagrados momentos de quietud, lograrás más de lo que jamás podrías actuando impulsivamente, desde el temor, la preocupación, o desde la necesidad de encontrar soluciones dramáticas y apresuradas para tus problemas.
Ahora respira... y permítete sentir esto.
Permítete sentir esta tranquila quietud que acoge al dulce sonido de tu Alma. Ésta es la música que te capacitará para iniciar cualquier acción con propósito y claridad; y que te permitirá encontrarte en un flujo de manifestación de los deseos de tu corazón.
Yo estoy aquí contigo; y te apoyo tiernamente.
Yo Soy Saint Germain.
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
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