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domingo, 21 de noviembre de 2010

Historias del Universo III

Escuela Kryon
Canalizado por Sabine Sangitar
Octubre de 2010


La información de estos cuentos emana de la Realidad Divina, pero estas piezas de información que he recibido del mundo espiritual han sido usadas para crear amables relatos.
Me hace muy feliz escribir estos cuentos para vosotros. Y deseo que tengáis la misma felicidad al leerlos.
Sabine Sangitar


'Sombreritos Y Gorros'
La Sastrería de los Ángeles

Prefacio
Los ángeles tienen la habilidad de ponerse un cuerpo.
Quizá os preguntéis por qué los ángeles hacen esto.
A los ángeles les encanta jugar y aman la belleza, pero hay otra razón mucho más importante.
Algunas veces los seres humanos viajan a través del Portal Estelar para visitar a los ángeles. En tales ocasiones los ángeles manifiestan cuerpo para sí mismos y asumen forma humana.
Y por eso existe la Sastrería de los Ángeles en el Universo.
Más allá del portal estelar, tres campos magnéticos a la derecha, detrás de la Luna; luego siguiendo directamente a la izquierda, encontrarás la Sastrería de los Ángeles: 'Sombreritos Y Gorros'.
La única en el universo, a propósito; y por eso está tan ocupada. Tenéis que saber que los ángeles son seres muy sociables; y también habladores.
Como a menudo tienen que esperar en la puerta por un tiempo, a los ángeles les encanta intercambiar los últimos mensajes celestiales, naturalmente en el lenguaje de los Ángeles, llamado Ari So Am.
Los ángeles siempre tienen algo de qué hablar, por ejemplo sobre los grandes poderes, los Elohim; o sobre distantes planetas y mucho más.
Había muchísimo que hacer en la Sastrería de los Ángeles. La Señora Nada había ordenado tres vestidos a la vez; y el traje de gala para Ángel Sofía tampoco estaba listo aún. Pero los sastres angélicos eran industriosos y hacían su trabajo con gran alegría y dedicación.
El ángel Firius era el supervisor y tenía una gran responsabilidad. Porque las órdenes celestiales tenían que entregarse exactamente como habían sido ordenadas. Particularmente importantes eran los colores y los bordados. Firius iba de aquí para allá como una lanzadera y daba instrucciones a cada momento, pero él estaba muy feliz con su equipo. Solamente una pequeña ángel llamada Sina le preocupaba. No era que Sina no hiciera bien su trabajo, por el contrario, Sina era particularmente hábil haciendo vestidos. Tenía un sentido para los colores y para los bordados raros. Pero algunas veces Sina parecía estar muy lejos y un poquito preocupada. Firius se preguntaba si tendría algo que ver con el hecho de que Sina había vuelto recientemente al universo desde el servicio en la Tierra.
Sina estaba muy lejos con sus pensamientos y cargaba una gran pena en su Alma angélica. Es verdad que Sina estaba rebosante de alegría de regresar al hogar, con sus verdaderos hermanos al fin. Pero había algo que dañaba su alegría.
Cuando Sina abandonó el planeta Tierra porque su tiempo había llegado, tuvo que dejar atrás a alguien a quien amaba mucho. El planeta Tierra es aún muy denso en su energía y las Grandes Luces, quienes se llamaban a sí mismas seres humanos, habían aceptado esta densidad y a la vez habían olvidado quiénes eran. Estos seres humanos soportaban cargas increíbles en su vibración. La mayoría de los seres humanos se sentían separados de Dios y solitarios. Cuando un Alma abandonaba el cuerpo, eso era frecuentemente un gran dolor para los seres humanos, pues ellos no sabían que el Alma retorna al hogar. Los seres humanos lo llamaban muerte. Ellos pensaban que habían perdido por siempre al amado ser humano y derramaban amargas lágrimas. Así que lo mismo pasó con los seres amados de Sina. Es verdad que los seres humanos habían oído de Dios, pero sus corazones estaban a menudo cerrados y solamente creían lo que realmente veían.
Sina suspiró; y no se había dado cuenta de que Firius estaba parado junto a ella. Solamente cuando él la saludó con las palabras OMAR TA SATT, lo notó. Firius miró el vestido que Sina estaba tejiendo para la Señora Nada y se quedó mudo ante su belleza. "¡Oh Sina, cuán bellamente estás haciendo éste. La Señora Nada va a estar complacida". Tímidamente pero sonriendo, Sina miró a Firius. "Tú sabes, Firius, he visto muchas cosas en la Tierra. Los seres humanos a menudo usan vestidos muy bonitos".
Repentinamente Firius sintió que algo había cambiado. El parloteo de los Ángeles se había detenido. Como una regla, esto solamente sucedía cuando llegaban visitantes importantes. Firius se lanzó a la puerta tan rápido como pudo. Casi no podía creer a sus ojos. Un mar de colores cubrió la Sastrería de los Ángeles ‘Sombreritos Y Gorros’.
Firius se estremeció de alegría; y qué honor, era la Nave de Luz de Ashtar Sheran.
Adonai Ashtar Sheran es uno de los más poderosos seres del Universo, pues él con su flota mantienen el orden y la paz. Los magníficos rayos de colores son decoraciones que recibió por sus servicios. Una pequeña nave transbordadora se aproximó a la Sastrería de los Ángeles y un ser de Luz se transportó a la puerta.
"OMAR TA SATT, yo soy Ilu de la Confederación de la Paz, al servicio de Adonai Ashtar Sheran. Os traigo la orden para que vuestros mejores ángeles sastres hagan dos vestidos. Los trajes son para Ashtar Sheran y Arius Nux".
El ser de Luz Ilu había estado alejado largo tiempo, pero Firius no podía mover sus alas con excitación. Solamente cuando pudo oír la campana que señala una pausa, la excitación movió las alas de Firius.
Hacia largo rato que se había acabado el tiempo de trabajo, pero, como sucede a menudo en los períodos del tiempo no-lineal, la pequeña ángel Sina aún estaba sentada ante la máquina de coser haciendo los vestidos para los caballeros.
Con gran paciencia y mucho amor Sina cosía, cosía y cosía. Los vestidos estuvieron terminados esa noche. Yacían ante Sina espléndidos y refulgentes. Cuidadosamente acarició los cuellos azules.
Repentinamente todo se puso muy brillante en la Sastrería de los Ángeles, Sina miró en torno y vio precisamente delante de sus ojos a Ashtar Sheran y Arius Nux. Ella miró reverentemente a los caballeros y les dio sus vestidos. Uno podía sentir cuán satisfechos estaban los caballeros; y le dieron a Sina un gran AN'ANASHA.
Adonai Ashtar Sheran estaba listo para irse, pero Arius Nux no se movió una pulgada. Ashtar Sheran miró a Arius Nux y supo que éste, su mejor amigo, aún tenía algo que hacer. Él se retiró silenciosamente.
Arius Nux no podía dejar de mirar a Sina. Le había recordado algo. Algo tocó su Alma. "¿De dónde eres?" preguntó Arius Nux. Sina, quien también sintió un tirón en su Alma, respondió: "Acabo de volver del servicio en la Tierra". Repentinamente todo el dolor brotó de Sina, porque ella ya había esperado demasiado. Arius Nux era muy bueno escuchando; y solamente él entendía muy bien el dolor de Sina. Él también una vez había tenido que decir adiós a alguien; pero ésta es otra historia.
Antes de estar al servicio de la Confederación, Arius Nux había tenido una tarea diferente. Cuando aún estaba muy joven había tenido la tarea de enviar estrellas fugaces a través del portal estelar a los seres humanos. Nux era bien conocido por conjurar las más bellas estrellas fugaces. Algunas veces ellas sembraban la semilla del Amor en los corazones de los seres humanos.
Sina estaba en la gran Nave de Luz y estaba asombrada. Al lado de Arius Nux, montó en un elevador precisamente hasta el punto más alto, la plataforma de observación. El estrellado firmamento cósmico centelleaba y Sina captó toda la belleza. En el extremo de la plataforma había una banca. Arius Nux y Sina se sentaron en ella y miraron a la distancia.
Adonai Ashtar Sheran le dio a su tripulación la orden de establecer el curso hacia el Portal Estelar, mientras sonreía.
Llegando al Portal Estelar uno ve la apertura hacia la otra dimensión. Arius Nux miró a Sina lleno de Amor. En la Tierra, estaba sentado el ser humano amado por Sina, también en una banca. Algo lo había movido a hacer precisamente eso. Lleno de tristeza por causa de la muerte de Sina, él miraba al firmamento. "¡Si solamente pudiera recibir otra señal, yo podría creer lo que me dijo siempre Sina sobre el universo. Pero esto probablemente nunca suceda!"
Y repentinamente una estrella fugaz, una como ninguna otra que hubiera existido antes, apareció en el firmamento. Caía del cielo con la figura de un gran corazón; y el corazón del amado de Sina, cuyo nombre era Lucas, entendió: "¡Sina ha vuelto al hogar y no quiere que yo llore su muerte!" Él envío todo su Amor a Sina y le permitió irse.
Sina tomó la mano de Arius Nux y la apretó. Las palabras eran innecesarias. Durante un largo tiempo continuaron sentados en la banca celestial mirando a la distancia.
Firius se quedó estupefacto cuando entró en la Sastrería de los Ángeles. Como era usual, Sina estaba sentada ante la máquina de coser, pero algo había cambiado. Sina estaba cantando una canción bellísima y estaba radiante. Firius adivinó y sonrió...
Si alguna vez estás en la vecindad, visita la Sastrería de los Ángeles 'Sombreritos Y Gorros'. Firius y Sina esperan tu visita.
Nos veremos pronto.

Tradujo: Jairo Rodríguez R.

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